Es posible que el mundo tienda a usar coches eléctricos. Una de las tecnologías punteras es Tesla, en la que se pueden ir actualizando los mismos a medida que en la compañía evolucionan el software. Como todos están conectados a Internet, además de dar una valiosa información a la firma americana para mejorar sistemas. También el usuario se beneficia de las actualizaciones, como una app de un teléfono. De este modo puede desde cambiar la batería o modificar los gráficos de la pantalla, sin pasar por el taller.
Pero esta colectividad conlleva a que el poder de la compañía sobre los coches una vez vendidos al cliente final es total. Tal es el punto y grado de control que un usuario ha comprado un coche que contaba con Autopilot (el sistema de mantenimiento de carril y velocidad de crucero adaptativa de la marca)… y Tesla desde central se lo ha desabilitado por no haberlo pagado el como propietario a la firma, aunque si le lo pago a su dueño como extra añadido al vehículo que compraba de segundamano.
Que os parece… ¿es propiedad de Tesla decidir sobre la venta de sus vehículos en el mercado de segundamano?