La distancia de seguridad es la que deja entre su coche y aquel que le precede en la vía. Sin embargo, es un término muy relativo. Lo que un usuario puede considerar como suficiente para detener su vehículo no siempre coincide con lo que de verdad sería recomendable. Esto nos lleva a que todavía se registren un buen número de accidentes por colisiones traseras y múltiples, la mayoría fácilmente evitables aplicando una separación mayor.
Hay que tener en cuenta que en caso de una frenada repentina del vehículo que va por delante cuanto menor sea la distancia de seguridad, mayor será la probabilidad de alcance. A esto hay que sumar otros factores como el estado del vehículo (estado de frenos y neumáticos), el estado de la vía (siempre peor en frío y en mojado), la propia velocidad o los reflejos del propio conductor. Como siempre vale más prevenir que curar, desde aquí recomendamos siempre dar un poco más de distancia de seguridad de la que consideramos correcta. Y a continuación vamos a hablar de lo que dice la ley al respecto.